La presión popular logra salvar el modernismo de Sitges
Patrimonio elimina la pasarela para unir el Cau Ferrat, Maricel y la casa Rocamora
Tras muchas protestas y polémicas, la presión popular ha conseguido frenar alguno de los desmanes que se estaban haciendo en uno de los conjuntos artísticos más importantes de Sitges. El Consorcio del Patrimonio de Sitges, presidido por el presidente de la Diputación, Salvador Esteve, y el alcalde, Miquel Forns, aprobó ayer frenar parte de las obras de remodelación que se están realizando en el conjunto de los museos Maricel, la casa Rocamora y el Cau Ferrat. El Consorcio ha desestimado la instalación de la polémica fachada transparente que contaba con la instalación de una pasarela para unir los tres edificios.
Elementos contrarios
La nueva propuesta permitirá la recuperación de la linealidad vertical de la fachada marítima de los orígenes del conjunto de 1918. El proyecto de 2008 del arquitecto J. Emili Hernández, impulsado por el anterior Ayuntamiento, proponía una intervención que hacía perder el espíritu modernista del conjunto. Querían construir una estructura de vidrio con pasarela exterior que rompía la linealidad y una elevación de 35 centímetros para la climatización del Cau Ferrat, así como la eliminación de algunas ventanas. Las nuevas líneas de actuación resuelven la conexión entre los tres edificios sin ningún tipo de intervención en la fachada marítima. Asimismo, se ofrece una solución al acondicionamiento climático del Cau Ferrat sin tener que afectar al suelo de la planta noble.
En declaraciones a Efe, Miquel Forns, alcalde de Sitges dijo ayer que el nuevo proyecto «va en la línea de ser lo máximo de respetuoso con el patrimonio arquitectónico original de la localidad, tal como también pedía la plataforma cívica que se constituyó hace unos años en contra del anterior plan». En este sentido, el proyecto básico reformado se pone ahora a información pública durante treinta días antes de su aprobación definitiva.
La plataforma popular S.O.S. Sitges ha sido la entidad vecinal más combativa con lo que estaba sucediendo en los tres edificios, hasta el punto de presentar un recurso contencioso-administrativo. Una de las reponsable de la entidad, Bel Artigas, mostró ayer su satisfacción a LA RAZÓN por la decisión tomada por el Consorcio. «Retiraremos el contencioso-admisnitrativo, pero estaremos atentos a lo que se haga con el patrimonio de Sitges», explicó Artigas. La portavoz de la plataforma apuntó que se han dado dos condicionantes importantes para no pasar por los tribunales: la retirada de la rampa y el freno a la elevación del suelo.
Sin embargo, el patrimonio ha quedado dañado con la reforma, especialmente en la casa Rocamora, que fuera propiedad del pintor Ramon Casas. La restauración hizo que se echara abajo el interior del edificio, conservándose únicamente la fachada exterior. «Hoy es imposible la recuperación del interior de la casa Rocamora, aunque podría ser posible por la vía judicial. Queremos que se le devuelva mínimamente lo que le han quitado», aseguró Artigas, quien cree que el edificio debería convertirse en un centro dedicado a Casas, estableciéndose un nexo con el Cau Ferrat, que fue la residencia de Santiago Rusiñol. Precisamente esta última construcción también ha sido víctima de la restauración que se está llevando a cabo, desapareciendo parte de la cerámica original que conservaba desde que Rusiñol la adquirió a finales del siglo XIX. Los impulsores de S.O.S. Sitges creen que por desgracia se han perdido algunos elementos clave de este conjunto.
Por otra parte, fuentes municipales aseguraron a LA RAZÓN que las modificaciones en la restauración no afectarán al presuesto, cifrado en 9 millones de euros, pagados a partes iguales por el Ministerio de Fomento, la Generalitat y la Diputación de Barcelona.
Miquel Forns prevé que la reapertura del Cau Ferrat pueda hacerse a finales de 2012 y la de Maricel en el verano de 2013 y prometió que cuando técnicamente sea posible hará retirar los andamios que actualmente cubren los edificios más emblemáticos de Sitges. De esta manera acaba una polémica que se vienen arrastrando desde el año 2008, cuando el anterior Ayuntamiento de Sitges anunció su intención de renovar el conjunto artístico y urbanístico.
Exposición provisional
Mientras se espera que concluyan las obras en los tres espacios modernistas, el Ayuntamiento de Sitges quiere mostrar el rico patrimonio artístico que estos edificios han guardado, especialmente el del Cau Ferrat. Rusiñol consiguió reunir obras de artistas que admiraba, como el Greco, además de varias de sus amigos, como Ramon Casas o un jovencísimo Picasso, además de su propia producción plástica. Antes del verano el Consistorio expondrá este conjunto de manera provisional en el edificio Miramar. Con esta iniciativa, el equipo municipal quiere potenciar las colecciones de estos museos hasta la reapertura definitiva de los edificios cuando concluyan las obras.
Elementos contrarios
La nueva propuesta permitirá la recuperación de la linealidad vertical de la fachada marítima de los orígenes del conjunto de 1918. El proyecto de 2008 del arquitecto J. Emili Hernández, impulsado por el anterior Ayuntamiento, proponía una intervención que hacía perder el espíritu modernista del conjunto. Querían construir una estructura de vidrio con pasarela exterior que rompía la linealidad y una elevación de 35 centímetros para la climatización del Cau Ferrat, así como la eliminación de algunas ventanas. Las nuevas líneas de actuación resuelven la conexión entre los tres edificios sin ningún tipo de intervención en la fachada marítima. Asimismo, se ofrece una solución al acondicionamiento climático del Cau Ferrat sin tener que afectar al suelo de la planta noble.
En declaraciones a Efe, Miquel Forns, alcalde de Sitges dijo ayer que el nuevo proyecto «va en la línea de ser lo máximo de respetuoso con el patrimonio arquitectónico original de la localidad, tal como también pedía la plataforma cívica que se constituyó hace unos años en contra del anterior plan». En este sentido, el proyecto básico reformado se pone ahora a información pública durante treinta días antes de su aprobación definitiva.
La plataforma popular S.O.S. Sitges ha sido la entidad vecinal más combativa con lo que estaba sucediendo en los tres edificios, hasta el punto de presentar un recurso contencioso-administrativo. Una de las reponsable de la entidad, Bel Artigas, mostró ayer su satisfacción a LA RAZÓN por la decisión tomada por el Consorcio. «Retiraremos el contencioso-admisnitrativo, pero estaremos atentos a lo que se haga con el patrimonio de Sitges», explicó Artigas. La portavoz de la plataforma apuntó que se han dado dos condicionantes importantes para no pasar por los tribunales: la retirada de la rampa y el freno a la elevación del suelo.
Sin embargo, el patrimonio ha quedado dañado con la reforma, especialmente en la casa Rocamora, que fuera propiedad del pintor Ramon Casas. La restauración hizo que se echara abajo el interior del edificio, conservándose únicamente la fachada exterior. «Hoy es imposible la recuperación del interior de la casa Rocamora, aunque podría ser posible por la vía judicial. Queremos que se le devuelva mínimamente lo que le han quitado», aseguró Artigas, quien cree que el edificio debería convertirse en un centro dedicado a Casas, estableciéndose un nexo con el Cau Ferrat, que fue la residencia de Santiago Rusiñol. Precisamente esta última construcción también ha sido víctima de la restauración que se está llevando a cabo, desapareciendo parte de la cerámica original que conservaba desde que Rusiñol la adquirió a finales del siglo XIX. Los impulsores de S.O.S. Sitges creen que por desgracia se han perdido algunos elementos clave de este conjunto.
Por otra parte, fuentes municipales aseguraron a LA RAZÓN que las modificaciones en la restauración no afectarán al presuesto, cifrado en 9 millones de euros, pagados a partes iguales por el Ministerio de Fomento, la Generalitat y la Diputación de Barcelona.
Miquel Forns prevé que la reapertura del Cau Ferrat pueda hacerse a finales de 2012 y la de Maricel en el verano de 2013 y prometió que cuando técnicamente sea posible hará retirar los andamios que actualmente cubren los edificios más emblemáticos de Sitges. De esta manera acaba una polémica que se vienen arrastrando desde el año 2008, cuando el anterior Ayuntamiento de Sitges anunció su intención de renovar el conjunto artístico y urbanístico.
Exposición provisional
Mientras se espera que concluyan las obras en los tres espacios modernistas, el Ayuntamiento de Sitges quiere mostrar el rico patrimonio artístico que estos edificios han guardado, especialmente el del Cau Ferrat. Rusiñol consiguió reunir obras de artistas que admiraba, como el Greco, además de varias de sus amigos, como Ramon Casas o un jovencísimo Picasso, además de su propia producción plástica. Antes del verano el Consistorio expondrá este conjunto de manera provisional en el edificio Miramar. Con esta iniciativa, el equipo municipal quiere potenciar las colecciones de estos museos hasta la reapertura definitiva de los edificios cuando concluyan las obras.
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